En la última semana, y solo en nuestro país, el terrorismo machista ha asesinado a cinco mujeres -una embarazada- y al hijo de una de ellas. De esta forma, tristemente, se engrosa la lista de asesinadas hasta un total de 1092 mujeres y 309 menores desde el año 2003.
Desde la Asociación de Mujeres Juezas de España, con muchísimo dolor y consternación, trasladamos nuestras condolencias a familiares y personas allegadas de estas mujeres víctimas: Warda y su hijo, Sulay Betty, Lucía, María Teresa y Katia.
Detrás de cada uno de estos asesinatos late un machismo estructural que, aún en pleno siglo XXI, sirve para dar coartada a los maltratadores y asesinos. Máxime, en la actualidad, en la que se está instaurado un discurso partidista y negacionista sobre la violencia de género en el que estos asesinos ven legitimado su desprecio hacia los derechos humanos de las mujeres.
Estos asesinatos machistas suponen el mayor acto posible de desprecio hacia la vida de las mujeres -y sus hijos- cuya vida es arrebatada, pero no podemos olvidar que, al tiempo, extiende sus efectos en forma de terror para todas aquellas mujeres – familiares y allegados- que, de forma directa o indirecta, son víctimas en su día a día de las violencias machistas en cualquiera de sus otras manifestaciones.
En la Asociación de Mujeres Juezas hemos advertido que, a pesar de la gravedad extrema de estos asesinatos y sus efectos, en la actualidad se ha producido, por algunos medios de comunicación, un cambio de tratamiento en la cobertura que se ofrece del terrorismo machista; en algunas ocasiones estas noticias están siendo relegadas de los espacios centrales de los programas de televisión, de radio, en los informativos o en la prensa escrita y/o digital, hurtándose este tema del debate social.
Los medios de comunicación de este país cuentan con una importante experiencia en el tratamiento mediático y la cobertura que se dio a la violencia ejercida por el terrorismo de ETA. El respeto por las víctimas y las fuertes convicciones acerca de su rechazo fue determinante para que, con cada acto terrorista, se pararan las emisiones televisivas o radiofónicas y los medios escritos llevaran su denuncia en portada.
Ahora, la sociedad necesita, una vez más, de la implicación de los medios, los periodistas y las periodistas, esta vez con el fin de que los asesinatos de mujeres, niñas y niños no sean tratados por los medios como un simple conteo de víctimas o una crónica de sucesos. Es necesario que la información se contextualice y ayude a la reflexión sobre la violencia de género, los infanticidios, la violencia vicaria y la violencia económica, entre otras.
Por todo ello, desde la Asociación de Mujeres Juezas nos dirigimos a las periodistas y los periodistas así como a los órganos directivos de los diferentes medios para pedir que se redoblen esfuerzos con el fin de ayudar a eliminar de nuestra sociedad uno de los graves problemas de nuestro país, con la correspondiente cobertura mediática con perspectiva de género y de infancia.
¡Gracias!
“La compasión es una emoción inestable. Necesita traducirse en acciones o se marchita”. Susan Sontag