Asociación Mujeres Juezas de España

Resumen I Jornadas de Formación y Autocuidados Granada 2 3 2018

RESUMEN DE ACTIVIDAD DEL GRUPO DE TRABAJO DE FORMACIÓN Y AUTOCUIDADOS de la I JORNADA DE FORMACIÓN Y AUTOCUIDADOS: FEMINISMOS Y JUDICATURA

 

Granada 2 de marzo 2018.

Por Dori Jiménez

 

Paso, como coordinadora del grupo de trabajo de formación y autocuidados, a resumiros lo más importante de lo acontecido durante nuestra primera jornada pero ya os adelanto que no solo no es una tarea que me resulte fácil, porque hay cosas que simplemente no se pueden resumir, sino que no deja de ser una visión muy subjetiva de la misma.

Llegamos a Granada contra viento y marea en el sentido más literal de la expresión porque el viento que azotó el jueves por la tarde en Granada no nos lo puso fácil para que los aviones pudieran aterrizar.

Esa primera noche ya improvisamos una primera cena en la que como entrante hubo un surtido de “besos y abrazos”, seguido de un plato principal de “querer saber todo de las demás” acompañado de “cuántas ganas tenía de verte” y para terminar un postre de lo más dulce y que acabó repitiéndosenos bastante “qué bien nos lo vamos a pasar”.

Pese a los excesos “culinarios” al día siguiente fuimos puntuales a nuestra convocatoria de Asamblea Anual. El lugar, el salón de actos del Ayuntamiento de Granada, nos recibió con la fastuosidad que merecía tan importante evento y posteriormente se convirtió también en cálido refugio para todas las personas asistentes a las jornadas frente a las inclemencias externas, pues al machismo que suele caer habitualmente se le sumó ese día una lluvia no menos persistente.

Sin querer ser injusta con las personas que están al frente de las instituciones que han colaborado en la celebración de las jornadas, lo que destacaría esencialmente de la mesa de “autoridades” (además del incumplimiento por exceso de los tiempos asignados para sus intervenciones) es el discurso siempre vibrante y emotivo de Gloria Poyatos en su condición de presidenta de AMJE y su declaración de apoyo en nombre de nuestra asociación a la huelga feminista del próximo 8 de marzo.

A continuación bajo la dirección siempre dulce pero a la vez firme y enriquecedora de Lucía Avilés, se inició la mesa redonda “Caminando hacia la Igualdad (Real): pasos, algunos tropiezos y nuevos caminos por recorrer” que no pudo comenzar de mejor manera porque precisamente nuestra socia Lara Esteve nos explicó el funcionamiento de nuestro programa Educando en Justicia que bajo su dirección se ha iniciado este año en el partido judicial de Carlet al que ella pertenece. Su forma de explicar fácil lo difícil y su contagioso entusiasmo con el proyecto, no solo nos reafirmó en la importancia del mismo sino en la necesidad de buscar formas de hacerlo llegar al mayor número de centros escolares e incluso, con el tiempo, ampliar las franjas de edad de los y las menores participantes.

Seguidamente nuestra compañera Vicky Rosell abordó un tema que, de momento, nos está dando muchas menos satisfacciones como es el pacto de Estado en materia de violencia de género. Con la habilidad y solvencia jurídica que la caracterizan nos hizo transitar entre los claros y las sombras del mismo poniendo el foco de atención en la necesidad de no vincular la protección integral de la víctima con la denuncia penal por parte de ésta y en que pueda activarse dicha imprescindible protección desde el momento que pueda detectarse una situación de mal trato machista por parte de cualquier institución sanitaria, asistencial o de cualquier otra índole, lo que permitiría (tal y como nos explicó ella misma tan gráficamente) “que aflorara la base del iceberg del que, lamentablemente, las mujeres muertas solo son la punta”.

Acto seguido nuestra luchadora incansable Inés Herreros se remangó (literal e intelectualmente hablando) para abordar un tema tan complejo como el convenio de Estambul y su deficiente implementación por parte de nuestro derecho interno, defendiendo la necesidad de establecer un capítulo especial en el que se recogieran todos los delitos contra la mujer por el hecho de serlo. Su forma fresca y siempre tan contundente de poner en evidencia las injusticias de un sistema que, entre otras muchas cosas, permite que se prevean multas superiores a las indemnizaciones que se reconocen a las propias víctimas, nos removió una vez más la conciencia a todas las personas asistentes y muy especialmente del público más joven (estudiantes de criminología) que se sentaban en el suelo en primera fila.

Por último, pero no por ello menos importante, tuvimos la suerte de contar con una mujer de un gran prestigio tanto en el mundo jurídico como feminista, además de amiga y compañera, como es Inmaculada Montalbán que trató el tema “Juzgando con perspectiva de género”. Ella que es pionera en el dictado de resoluciones con esa necesaria mirada de género cuando todavía ni siquiera se la definía como tal, nos expuso como desde la Conferencia de Beijing, la perspectiva de género es un análisis de la realidad que opera como un criterio de interpretación de las normas reconocido tanto por la normativa internacional, como por la Ley de Violencia y la Ley de Igualdad y, en consecuencia, la obligatoriedad de su aplicación. A ello añadió que las sentencias con perspectiva de género, dada la función pedagógica de las resoluciones judiciales, envían también a la sociedad un mensaje sobre la importancia de analizar la desigualdad estructural y comprobar que la aplicación de las leyes no tenga efectos negativos para las mujeres.

Después se abrió un turno de debate en el que quedó en evidencia (también en el de la tarde) el interés que suscitan todos los temas que se expusieron, sino también la existencia de una asociación como la nuestra, de la que forman parte personas, mayoritariamente mujeres, pertenecientes a la carrera judicial en particular y al mundo jurídico en general, y que no solo se declara abiertamente feminista sino cuyos objetivos son esencialmente la consecución de la igualdad real de mujeres y niñas.

Después compartimos el tiempo de la comida con compañeras integrantes de Fórum de Políticas Feministas de Granada, que ha sido la asociación que no solo nos ha

prestado su apoyo logístico sino que han sido imprescindibles para conseguir la implicación de las administraciones que han colaborado en la celebración de las jornadas en dicha ciudad. La comida, que fue a cargo de la Diputación Provincial, se realizó en un local muy próximo al Ayuntamiento y en formato de cóctel para facilitar seguir el diálogo e intercambio de ideas entre todas nosotras.

Ya en la sesión de tarde, ésta se inauguró con la conferencia a cargo de la catedrática de filosofía del Derecho de la Universidad de Granada Juana Mª Gil cuya encantadora y divertida forma de exponer un tema de tanto calado como “Derecho y feminismo” nos cautivó de tal forma que hasta nuestra compañera Carla Vallejo se olvidó de administrar el tiempo de su intervención, embelesada como estaba, como todas, en su discurso.

Por transmitir una idea esencial de tan brillante exposición, me quedaría con que es necesario no solo “sentirse sensibilizado/a” con el feminismo sino formarse en el mismo para romper con todos los estereotipos que nos vienen impuestos, siendo obligación de los poderes públicos, sin necesidad de mayores regulaciones normativas, pasar a cumplir con lo que para todos ellos es un mandato constitucional como es el “promover” y “remover los obstáculos” que impiden y dificultan la igualdad real y efectiva de las mujeres.

Tras la conferencia y ya apremiadas por el tiempo, se dio paso a la última de las mesas “en busca de una agenda común: estrategias compartidas” cuyo objetivo principal era compartir la experiencia de las compañeras de Fórum de Políticas Feministas de Granada y poner en común temas que a todas nos preocupan y estrategias comunes que pudieran ayudarnos a su consecución, si bien lo escaso del tiempo con el que ya contábamos en ese momento no permitió profundizar todo lo que nos hubiera gustado en los temas a tratar, lo que también comportó que se decidiera que nuestra compañera Gloria Rodríguez pasara a realizar funciones de moderadora de la mesa dadas sus amplias dotes a ese respecto. Aún así se esbozaron temas muy interesantes por parte de todas las participantes: En primer lugar Emilia Barrio (vicepresidenta del consejo municipal de las mujeres de la ciudad de Granada) nos hizo un resumen de los contenidos de podían ser de interés común para ambas asociaciones y que preocupa la deriva que están teniendo, como es el de violencia de género en el que comparten plenamente las propuestas formuladas por AMJE, así como temas relacionados con los cuerpos de las mujeres y su mercantilización por el sistema patriarcal como son la prostitución, la pornografía o más recientemente los vientres de alquiler, pasando por temas como la custodia compartida impuesta o la representación de las mujeres en el poder judicial.

A continuación nuestra compañera María Ángeles García, adaptando su intervención a la premura del tiempo disponible pero no por ello menos brillantemente, nos hizo reflexionar sobre la necesidad de poner en común las herramientas de las que nos hemos ido dotando las diferentes asociaciones feministas para conseguir un efecto

multiplicador que nos permita conseguir aquello que de forma esencial nos mueve a todas que no es otra cosa que acabar con todo tipo de discriminación por razón de sexo.

Por último María Escudero Sánchez que además de psicóloga forense y especialista en igualdad ha ocupado diversas responsabilidades políticas relacionadas con su especialidad como fue en su día la dirección del Instituto de la Mujer de Granada y que es la persona que nos propuso realizar nuestras jornadas en Granada y que ha hecho posible, con su inestimable apoyo, que dicho proyecto se hiciera realidad, compartió con nosotras las estrategias que, su dilatada experiencia le han permitido concluir que son esenciales para el movimiento feminista como son la necesidad de una constante formación que consolide los pilares del mismo y nos empodere individual y colectivamente, la sororidad y el respeto al trabajo hecho por nuestra predecesoras, la necesidad de pactos no solo entre nosotras, si no con nosotras mismas y con los hombres, la necesidad de llegar a un pacto de mínimos entre organizaciones feministas que no solo nos aparte de debates inútiles sino que nos permita una gestión feminista y un trabajo en red por parte de todo los colectivos que multiplique el efecto de nuestra lucha, como podría ser nuestra implicación en un nuevo proceso constituyente.

Finalizada la explicación del contenido formativo de la jornada pasamos a la no menos importante de autocuidados

Baños árabes

Si bien como he dicho antes la ciudad de Granada nos recibió con una persistente lluvia, ello no nos quitó las ganas de disfrutar del líquido elemento aunque en unos maravillosos baños árabes donde todas pudimos dejar escrito en trozos de madera las emociones de la experiencia vivida. Entre piscinas de diferentes temperaturas, aromas de flores, tés servidos en exóticas teteras, conversaciones susurradas y risas ahogadas no por el agua sino por el respeto al silencio que formaba parte de la mágica atmosfera, dejamos que el agua purificadora hiciera sus efectos relajantes en nuestros cuerpos y mentes, aunque a algunas que habíamos incluido en nuestra liturgia de mimos un pequeño masaje , la impaciencia primero por recibirlo y el recuerdo después de las manos expertas sobre nuestros cuerpos, no nos permitió alcanzar una plena relajación…

 

Cena asociativa

Con el pelo alborotado por los vapores, las mejillas sonrojadas por el calor del agua y las miradas aún brillantes por tan relajante/excitante experiencia, nos dirigimos a nuestra cena asociativa en un lugar si cabe aún más mágico. Incluso el tiempo quiso darnos una tregua y paró de llover para que pudiéramos contemplar desde el privilegiado lugar donde se encontraba el restaurante donde nos habíamos dado cita a los pies del mirador de San Nicolás, la Alhambra iluminada.

En un comedor con un enorme ventanal con vistas a esa maravilla, cenamos acompañadas de las ponentes y algunas integrantes más de Forum de Políticas Feministas de Granada.

Al final de la cena, algunas ya tuvieron que despedirse al tener que coger vuelos a primera hora y las otras nos dirigimos directamente a nuestros respectivos hoteles aunque, siendo sincera, algunas encontramos por el camino alguna distracción en forma de coctelería que nos sirvió de excusa para no abandonar tan pronto tan agradable compañía y conversación.

 

Visita a la Alhambra

Con algunas bajas a consecuencia de Morfeo pero animadas ante la perspectiva que el tiempo nos permitiría cumplir con el broche final a nuestras jornadas, nos dirigimos a la Alhambra. Tras alguna incidencia para localizar las entradas reservadas que fue solucionada con increíble paciencia y amabilidad por el personal de la entrada pudimos finalmente acceder al recinto. La mayoría habréis estado por lo que no hace falta que os explique lo que siente una cuando se pasea por los palacios Nazaríes o vislumbra desde las torres de la Alcazaba el barrio del Albaicín o Sierra Nevada que en esta época hace honor a su nombre, por lo que me permito explicaros una anécdota que nos sucedió que hemos querido interpretar como una alegoría. Resulta que mientras ya nos dirigíamos de regreso a la salida se nos cruzó una pequeña ardilla que todas contemplábamos embelesadas por lo inesperado de la aparición, cuando de repente uno de los numerosos gatos (que en principio nos parecían encantadores) que se encuentran por todo el recinto de la Alhambra empezó a perseguirla con intenciones poco amigables. Ante ello todas empezamos a gritar como locas “corre ardilla, corre” “escápate”. Durante unos segundos que nos parecieron eternos, la ardilla estuvo en varias ocasiones a punto de ser atrapada por el gato aunque finalmente y con una habilidad propia de su especie, inició el ascenso por el tronco de un árbol, al cual el gato ya no pudo seguirla. Todas empezamos a gritar y a aplaudir felices de que la ardilla hubiera podido escapar de un final que nos imaginábamos trágico mientras las personas que nos rodeaban nos miraban divertidas sin comprender exactamente el motivo de tanto alboroto. Estoy segura que no hace falta que os explique el significado simbólico de la alegoría a la que me refería…

Bueno, hasta aquí a grandes rasgos el contenido de lo que han sido nuestras primeras jornadas de formación y autocuidados aunque hay cosas que como os dije son difíciles de transmitir. Creo que hablo en nombre de todas las participantes si digo que no solo nos han servido para aprender cosas nuevas (incluso algo de gallego y mejicano), así como para reflexionar y poner en común muchas de las inquietudes que tenemos todas, sino también para cargar las pilas y animarnos a emprender nuevos proyectos que han ido surgiendo en las conversaciones y debates de estos días.